La
historia de los gimnasios comienza en la época de las Antiguas Grecia y Roma.
Ambas civilizaciones dedicaban una importante parte de la vida cotidiana al
perfeccionamiento y embellecimiento de los cuerpos y por eso eran muy
concientes de la importancia de determinadas artes y actividades para tal fin.
También la existencia de termas y baños públicos se vinculaban con la noción de
relajación y disfrute de espacios de descanso.
Hoy
en día, un gimnasio cuenta siempre con una importante variedad de actividades a
desarrollar. En él se pueden encontrar diversos tipos de máquinas que buscan
dar tonalidad y mejorar la firmeza de los músculos. Estas máquinas pueden ser
piezas individuales como las pesas o mancuernas, o complejos sistemas de poleas
o movimiento que están específicamente diseñadas para un grupo de músculos del
cuerpo. Al mismo tiempo, un gimnasio actual cuenta normalmente con una
importante diversidad de máquinas cardiovasculares que sirven principalmente
para mantener un buen nivel cardiovascular y que son especialmente útiles a la
hora de perder peso o grasa.
Finalmente,
es importante señalar que todos los gimnasios cuentan con un sistema de reglas
de comportamiento así como también con determinada ambientación (caracterizada
por lo general por música a alto volumen, espacios de tránsito más bien
reducidos y división de los aparatos en islas). Normalmente, se impide la
entrada a los gimnasios a menores de edad si estos no son acompañados por
mayores (por razones de seguridad) y se insta al mismo tiempo a los asistentes
a contar con un apropiado sistema de hidratación personal para evitar cualquier
tipo de incidente.
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